¿Cuánto afecta la crisis a los traductores?
La coyuntura económica que estamos viviendo en estos momentos afecta visiblemente a unos sectores más que a otros. Muchos jóvenes, y otros no tan jóvenes, que vivían de la construcción y todo lo que ello engloba (materiales, logística, restauración, servicios de arquitectos e ingenieros, etc) se encuentran en su mayoría en una situación económica mala o muy mala. En consecuencia, otros sectores caen por efecto dominó debido a la falta de consumo de estas personas. A todo esto hay que añadir los actuales recortes o la congelación de sueldos a los funcionarios que eran los únicos que seguían manteniendo un ritmo de consumo moderado. Por supuesto que el sector editorial, periodístico, becas de investigación, entre otros, también se ven afectados y por tanto los traductores, correctores, lectores, maquetadotes, por nombrar a algunos de nuestro gremio.
Desafortunadamente no todo es economía, no. Aquí es donde veo la trampa más grave. El recorte de los derechos del trabajador que se está llevando a cabo sin que hagamos el caso que se merece porque, como es natural, estamos más preocupados con el hecho de no poder llegar a fin de mes. Esto es lo que quieren los políticos y lo están consiguiendo. No solo cargamos con la losa de no encontrar una situación medio estable en el mundo laboral, a pesar de que dicen que somos la generación con más estudios, que ese es otro tema del que podríamos discutir durante un largo rato. A esto le sumamos la frustración de que nuestra labor que es más importante de lo que muchos piensan (un ejemplo es que de los 72.000 títulos que se publican al año en España, una cuarta parte son traducidos) no está reconocida como se merece, y, además, nos hacen sentir culpables de la situación y, por tanto, tenemos que pagar por ello. ¿Cómo? Recortes de derechos con contratos basura (porque o eso, o te mueres de hambre) y rebaja del precio de las traducciones, como si ya no estuvieran a un precio que se acerca a la explotación.
Cuando a los economistas y altos cargos les interese, abrirán de nuevo el grifo y será entonces cuando nos daremos cuenta de que habrá que empezar a trazar de nuevo un camino que ya habíamos hecho. Todos esos derechos por lo que tanto habían luchado generaciones anteriores habrán desaparecido. Esto no es nuevo si hacemos memoria de revoluciones anteriores, la historia se vuelve a repetir. Y digo yo que ¿hasta cuándo seguiremos sentados delante del ordenador? Digan lo que digan somos más educados y dóciles de lo que nos hacen creer, no sé como aún no hemos quemado el país.
V.