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‘Empleo’ Category

  1. Yo, intérprete

    March 13, 2012 by viobella

    Una de las preguntas que nos perseguirá durante toda nuestra vida profesional será: ¿interpretación? (cara de sorpresa) ¿eres actriz?

    La verdad es que no sé qué cree la gente que es la traducción y la estrecha relación que tiene con las artes escénicas para imaginarse hasta una carrera conjunta. Pasado el tiempo nos acostumbramos y hasta nos puede hacer gracia. Pero a lo que nunca nos habituaremos es a ver cómo se infravalora esta complicada profesión.

    Entré en Traducción e Interpretación porque quería ser la intérprete de Nicole Kidman (por ejemplo) en sus entrevistas con la prensa española. Pasado el tiempo me di cuenta de lo difícil que es ser intérprete y el esfuerzo que supone me hizo descartar la idea, al menos, por el momento. Para ser intérprete debes tener cualidades casi sobrehumanas: estar alerta en cada momento, tener una enorme capacidad de reacción instantánea, contar con conocimientos sobre casi todo, poder improvisar y parafrasear cuando sea necesario, y un largo etcétera.

    Pocos meses después de empezar la carrera, la misma Nicole haría aquella película por la que, para ojos de la sociedad, pasamos todos a trabajar en la ONU con el motivo oculto de matar a un genocida africano. Bromas aparte, el trabajo de intérprete no es tan bonito como a veces imaginamos. Sólo hay que pensar en los intérpretes de guerra. Hace unos días una amiga que está haciendo un estudio sobre esta profesión me comentó que necesitaba preguntas que hacerles. Sinceramente, me quedé en blanco, yo no querría preguntarles casi nada, me bastaría con escuchar embelesada lo que ellos me quisieran contar, que seguro que no sería poco.

    Las personas que acaban trabajando en el mundo de la interpretación tienen una vocación comparable con la un médico, pero sin el reconocimiento que éstos reciben de la sociedad. Recuerdo pensar esto mismo la primera vez que escuché una interpretación simultánea inversa al alemán que realizaron mis compañeros cuando aún estudiaba en Granada. La interpretación en sí tiene miles de dificultades pero no me percaté de las dimensiones reales hasta que escuché a esos pobres estudiantes de cuarto de alemán dando el tipo en una conferencia. Aún me resulta un misterio cómo pueden retener el verbo en su mente para colocarlo al final de la frase cuando sea correcto.

    También tengo marcada con fuego la imagen de la intérprete de El Hormiguero correteando detrás de Miley Cyrus, que se dirigía por sorpresa hacia el balcón del estudio para saludar a sus fans. Algunos trabajos no están pagados, aunque espero que a esa mujer le paguen bien.

    Por último quiero mencionar una polémica muy actual: la de los intérpretes policiales y judiciales en el Reino Unido. Aún no he encontrado un medio español que se haya hecho eco de la noticia de la privatización (y sus pésimos resultados) de este servicio. Un ejemplo más de la falta de valoración de esta profesión. Os dejo la tira cómica del gran Mox para protestar con sentido del humor.

    ¡Ánimo intérpretes! Tenéis toda mi admiración.

    B.


  2. Derechos

    January 18, 2012 by viobella

    ¿Cuánto afecta la crisis a los traductores?

    La coyuntura económica que estamos viviendo en estos momentos afecta visiblemente a unos sectores más que a otros. Muchos jóvenes, y otros no tan jóvenes, que vivían de la construcción y todo lo que ello engloba (materiales, logística, restauración, servicios de arquitectos e ingenieros, etc) se encuentran en su mayoría en una situación económica mala o muy mala. En consecuencia, otros sectores caen por efecto dominó debido a la falta de consumo de estas personas. A todo esto hay que añadir los actuales recortes o la congelación de sueldos a los funcionarios que eran los únicos que seguían manteniendo un ritmo de consumo moderado. Por supuesto que el sector editorial, periodístico, becas de investigación, entre otros, también se ven afectados y por tanto los traductores, correctores, lectores, maquetadotes, por nombrar a algunos de nuestro gremio.

    Desafortunadamente no todo es economía, no. Aquí es donde veo la trampa más grave. El recorte de los derechos del trabajador que se está llevando a cabo sin que hagamos el caso que se merece porque, como es natural, estamos más preocupados con el hecho de no poder llegar a fin de mes. Esto es lo que quieren los políticos y lo están consiguiendo. No solo cargamos con la losa de no encontrar una situación medio estable en el mundo laboral, a pesar de que dicen que somos la generación con más estudios, que ese es otro tema del que podríamos discutir durante un largo rato. A esto le sumamos la frustración de que nuestra labor que es más importante de lo que muchos piensan (un ejemplo es que de los 72.000 títulos que se publican al año en España, una cuarta parte son traducidos) no está reconocida como se merece, y, además, nos hacen sentir culpables de la situación y, por tanto, tenemos que pagar por ello. ¿Cómo? Recortes de derechos con contratos basura (porque o eso, o te mueres de hambre) y rebaja del precio de las traducciones, como si ya no estuvieran a un precio que se acerca a la explotación.

    Cuando a los economistas y altos cargos les interese, abrirán de nuevo el grifo y será entonces cuando nos daremos cuenta de que habrá que empezar a trazar de nuevo un camino que ya habíamos hecho. Todos esos derechos por lo que tanto habían luchado generaciones anteriores habrán desaparecido. Esto no es nuevo si hacemos memoria de revoluciones anteriores, la historia se vuelve a repetir. Y digo yo que ¿hasta cuándo seguiremos sentados delante del ordenador? Digan lo que digan somos más educados y dóciles de lo que nos hacen creer, no sé como aún no hemos quemado el país.

    V.


  3. Probando, probando

    December 15, 2011 by viobella

    Una vez un profesor me dio un consejo que, desde que empecé a buscar trabajo, ha sido un ronroneo perpetuo en mi mente: «la prueba de traducción que haces para una empresa es la traducción más importante de tu vida». Se refería a que hay que esforzarse al máximo, utilizar todos tus recursos y no confiarte lo más mínimo.

    Bueno, pues ya llevo unas cuantas «traducciones más importantes de mi vida». Y me temo que se pierde esa ilusión con la que se debe traducir algo tan hiperimportante. Sobre todo cuando después de pasarte horas traduciendo ni se molestan en contestar para decirte que no.

    En las listas de distribución que leo a diario he visto muchos casos de pobres ingenuos traductores preguntando si una prueba de traducción de diez páginas es normal. Esto puede considerarse una exageración, pero, por desgracia, algunas agencias se aprovechan de las pruebas para conseguir traducciones gratis.

    He tenido la suerte de no encontrarme nunca con un caso así (que yo sepa, a lo mejor la ingenua soy yo) pero aconsejo a todos esos que estén con la mosca detrás de la oreja que hablen con la empresa y traten de negociar la prueba. Si la consideran demasiado larga, pueden proponerles traducir gratis un número razonable de palabras y el resto hacerlo a una tarifa normal.

    La verdad es que no sé hasta qué punto es útil hoy en día una prueba realizada desde casa. Puede que sirva para descartar a los casos perdidos, pero si lo que buscan es calidad real, yo lo que haría es una prueba in situ con acceso restringido a mensajería y email.

    Desde aquí hago un llamamiento a las agencias de traducción para que tengan un poco más de compasión por nuestras pobres almas ilusionadas. Al menos mándennos un email lamentando que no seamos la persona elegida, aunque se vea de lejos que es un impersonal reenvío masivo.

    PD: todo esto es aplicable a los puestos en plantilla, ya que el mundo freelance va aparte. Y me atrevo a opinar que una muestra del porfolio personal debería bastar en este caso.

    B.