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‘Crisis’ Category

  1. Retórica

    March 20, 2012 by viobella

    Creo que estamos viviendo uno de esos momentos en los que la retórica retoma mucha importancia en la vida diaria. Quizás ha ocurrido algo similar durante las diferentes crisis que ha sufrido la humanidad. Me explico.

    La retórica describe las necesidades de la política en estos tiempos. Los políticos necesitan recuperar la retórica porque se trata, tal y como indica Antonio García Berrio en Teoría de la literatura, de «una especie de mecanismo universal de persuasión, con reglas no demasiado bien definidas o cuanto mucho un raquítico sistema de estrategias de diálogo o de argumentación […]». Los políticos y los medios  necesitan un discurso persuasivo ante las masas; ofrecer una información propagandística escogida con esmero para dar las informaciones que a ellos les interesa dar al ciudadano. El modelo de la teoría de la información que elaboró Jakobson se cumple: hay un emisor  (un político) que transmite al destinatario (un ciudadano) a través de un canal (los medias) un mensaje (propaganda, persuasión) organizado según las reglas de un código actual. El canal y el código probablemente sea lo que más ha cambiado si comparamos esta época con otras.

    En tiempos de crisis la retórica vuelve a necesitarse porque la humanidad está falta de un líder. Quizás en una crisis en pleno siglo xxi más que en otras ocasiones porque una gran parte de la población europea está falta de un líder religioso. Poco a poco nos hemos despojado de ideologías y de valores porque se cree que pueden frenar el desarrollo, el progreso. (Esto es discutible, claro). Puede que si cubrimos las necesidades básicas, ese líder no sea necesario. Quizás cuando tenemos el estómago lleno dejamos de pensar. Pero entraña sus peligrosos porque el miedo también hace que dejemos de pensar y nos paraliza. Ahí es donde entra en acción la retórica. La fuerza, el poder la palabra bien utilizada. Bien utilizada no significa para hacer el buen uso de la palabra, ya que, a veces, puede ser para todo lo contrario. A lo largo de la historia, esas necesidades se han visto mermadas y hemos tenido la sensación de estar solos ante un precipicio. Aquí entra en juego el «populismo» político que tan en auge están en estos momentos y, con ello, la retórica. La voz que guía al pueblo. Esto no es nuevo y todos los sabemos, ellos también. Esto funciona y ellos también lo saben.

    En el mundo clásico el uso de la palabra se convirtió en un objeto de enseñanza, también debido al porcentaje de analfabetismo (aunque las carencias de la época contemporánea son otras quizás no menos importantes). Ya se sabía que la palabra tenía un poder oculto. No se podía llegar a ser alguien en la vida sin conocer de la retórica y ser un buen orador. Todos hemos visto en las películas esos hombres vestidos de guerreros, fuertes, con voces graves que dejaban perplejos a todos los que se encontraban en el ágora. Y en un tiempo más contemporáneo vemos a algunos líderes políticos gritando sandeces y encandilando al pueblo con mentiras que quieren escuchar. Además, contamos con esa tradición política de hacer campaña viajando de un sitio a otro del país y dando discursos memorables en los que se juegan la candidatura.

    Tendremos que aprender de nuevo el arte del hablar. Ya lo decía Platón con su idea pitagórica en Fredo. Habrá que aprender las directrices para conducir las almas, aunque sea la nuestra propia.

    V.


  2. Yo, intérprete

    March 13, 2012 by viobella

    Una de las preguntas que nos perseguirá durante toda nuestra vida profesional será: ¿interpretación? (cara de sorpresa) ¿eres actriz?

    La verdad es que no sé qué cree la gente que es la traducción y la estrecha relación que tiene con las artes escénicas para imaginarse hasta una carrera conjunta. Pasado el tiempo nos acostumbramos y hasta nos puede hacer gracia. Pero a lo que nunca nos habituaremos es a ver cómo se infravalora esta complicada profesión.

    Entré en Traducción e Interpretación porque quería ser la intérprete de Nicole Kidman (por ejemplo) en sus entrevistas con la prensa española. Pasado el tiempo me di cuenta de lo difícil que es ser intérprete y el esfuerzo que supone me hizo descartar la idea, al menos, por el momento. Para ser intérprete debes tener cualidades casi sobrehumanas: estar alerta en cada momento, tener una enorme capacidad de reacción instantánea, contar con conocimientos sobre casi todo, poder improvisar y parafrasear cuando sea necesario, y un largo etcétera.

    Pocos meses después de empezar la carrera, la misma Nicole haría aquella película por la que, para ojos de la sociedad, pasamos todos a trabajar en la ONU con el motivo oculto de matar a un genocida africano. Bromas aparte, el trabajo de intérprete no es tan bonito como a veces imaginamos. Sólo hay que pensar en los intérpretes de guerra. Hace unos días una amiga que está haciendo un estudio sobre esta profesión me comentó que necesitaba preguntas que hacerles. Sinceramente, me quedé en blanco, yo no querría preguntarles casi nada, me bastaría con escuchar embelesada lo que ellos me quisieran contar, que seguro que no sería poco.

    Las personas que acaban trabajando en el mundo de la interpretación tienen una vocación comparable con la un médico, pero sin el reconocimiento que éstos reciben de la sociedad. Recuerdo pensar esto mismo la primera vez que escuché una interpretación simultánea inversa al alemán que realizaron mis compañeros cuando aún estudiaba en Granada. La interpretación en sí tiene miles de dificultades pero no me percaté de las dimensiones reales hasta que escuché a esos pobres estudiantes de cuarto de alemán dando el tipo en una conferencia. Aún me resulta un misterio cómo pueden retener el verbo en su mente para colocarlo al final de la frase cuando sea correcto.

    También tengo marcada con fuego la imagen de la intérprete de El Hormiguero correteando detrás de Miley Cyrus, que se dirigía por sorpresa hacia el balcón del estudio para saludar a sus fans. Algunos trabajos no están pagados, aunque espero que a esa mujer le paguen bien.

    Por último quiero mencionar una polémica muy actual: la de los intérpretes policiales y judiciales en el Reino Unido. Aún no he encontrado un medio español que se haya hecho eco de la noticia de la privatización (y sus pésimos resultados) de este servicio. Un ejemplo más de la falta de valoración de esta profesión. Os dejo la tira cómica del gran Mox para protestar con sentido del humor.

    ¡Ánimo intérpretes! Tenéis toda mi admiración.

    B.


  3. Derechos

    January 18, 2012 by viobella

    ¿Cuánto afecta la crisis a los traductores?

    La coyuntura económica que estamos viviendo en estos momentos afecta visiblemente a unos sectores más que a otros. Muchos jóvenes, y otros no tan jóvenes, que vivían de la construcción y todo lo que ello engloba (materiales, logística, restauración, servicios de arquitectos e ingenieros, etc) se encuentran en su mayoría en una situación económica mala o muy mala. En consecuencia, otros sectores caen por efecto dominó debido a la falta de consumo de estas personas. A todo esto hay que añadir los actuales recortes o la congelación de sueldos a los funcionarios que eran los únicos que seguían manteniendo un ritmo de consumo moderado. Por supuesto que el sector editorial, periodístico, becas de investigación, entre otros, también se ven afectados y por tanto los traductores, correctores, lectores, maquetadotes, por nombrar a algunos de nuestro gremio.

    Desafortunadamente no todo es economía, no. Aquí es donde veo la trampa más grave. El recorte de los derechos del trabajador que se está llevando a cabo sin que hagamos el caso que se merece porque, como es natural, estamos más preocupados con el hecho de no poder llegar a fin de mes. Esto es lo que quieren los políticos y lo están consiguiendo. No solo cargamos con la losa de no encontrar una situación medio estable en el mundo laboral, a pesar de que dicen que somos la generación con más estudios, que ese es otro tema del que podríamos discutir durante un largo rato. A esto le sumamos la frustración de que nuestra labor que es más importante de lo que muchos piensan (un ejemplo es que de los 72.000 títulos que se publican al año en España, una cuarta parte son traducidos) no está reconocida como se merece, y, además, nos hacen sentir culpables de la situación y, por tanto, tenemos que pagar por ello. ¿Cómo? Recortes de derechos con contratos basura (porque o eso, o te mueres de hambre) y rebaja del precio de las traducciones, como si ya no estuvieran a un precio que se acerca a la explotación.

    Cuando a los economistas y altos cargos les interese, abrirán de nuevo el grifo y será entonces cuando nos daremos cuenta de que habrá que empezar a trazar de nuevo un camino que ya habíamos hecho. Todos esos derechos por lo que tanto habían luchado generaciones anteriores habrán desaparecido. Esto no es nuevo si hacemos memoria de revoluciones anteriores, la historia se vuelve a repetir. Y digo yo que ¿hasta cuándo seguiremos sentados delante del ordenador? Digan lo que digan somos más educados y dóciles de lo que nos hacen creer, no sé como aún no hemos quemado el país.

    V.